Flujo psicológico (simétrico)
Convertir dos conceptos en algo
tangible a partir de una gran cantidad de materiales que se pusieron a nuestra
disposición fue la tarea a realizar. En este contexto, dos cartulinas de fondo
negro, unos trocitos de papel de colores y un hilo rojo como conector
argumental me sirvieron, durante el taller de creatividad que impartió Miren
Doiz junto a Cristina y Vanesa de Experimento Limón, el día 13 de
febrero, para dar forma concreta a los dos conceptos sobre los que debía
trabajar aquel día: “flujo” y “psicológico”.
Estas cosas tiene a veces el azar,
o, quizá, lo que en aquel momento llamé golpe de suerte, fue en realidad un
pequeño regalo de la vida en favor de la consolidación de mi propia percepción
sobre mi trabajo científico. La cuestión es que dichas circunstancias
especiales provocaron con este curioso movimiento que, en un ejercicio creativo
que suponía un desafío epistemológico, me tocase la gran fortuna de poder
pensar sobre dos de las nociones que conforman parte del núcleo duro, no solo
de mi tesis doctoral, sino del campo de investigación en el que vivo encuadrada
y, básicamente, de mi propio interés profesional como socióloga.
Así, partiendo de la idea de que el
flujo psicológico es una de las circunstancias medulares del individuo
contemporáneo en su tarea de construcción y comprensión de su propia identidad,
establecí que ese yo, como materialización de ese flujo que a su vez es el
centro de la realida
d psico-social siempre dinámica de nuestros
contextos contemporáneos, debía ser el centro de mi reflexión gráfica. Para su
pertinente representación, escogí el hilo rojo como símbolo de ese flujo
psicológico que sería el yo, que, en su interior, contiene la idea de la
identidad como un elemento que, en nuestro proceso de socialización, es
infinito -de ahí que el hilo acabase en el collage más allá del límite del
plano de la cartulina-. La comprensión de este conglomerado de elementos,
reunidos todos en el collage de colores y formas cambiantes, a mi parecer,
explica ciertos procesos imprescindibles para la comprensión y configuración de
la sociedad en la actualidad también como un flujo psicológico, tal y como
puede apreciarse en la foto de arriba. De esta manera, ese flujo psicológico que
es el yo, parte de una estructura negra, la cual representa la estructura
social en su precepción más compacta y homogénea, figurada por el espacio en negro.
En este sentido, el desarrollo gráfico de ese espacio, que sirve de
representación de la estructura social, estructura a la que pertenecemos todos
los individuos en tanto que seres sociales, a medida que cada sujeto va
instaurando un sentido mayor del yo, siempre enfrentado a la sociedad, va
haciéndose cada vez más fragmentada y más diversa, concepción que traté de
representar a partir de los recortes de papel y sus colores como metáfora de la
heterogeneidad de influencias a las que está expuesta la subjetividad en la
actualidad.
A continuación, debíamos
intercambiar alguno de nuestros conceptos con los compañeros y las compañeras.
Uno de estos conceptos viajó hacia mi derecha (en concreto, el de “flujo”), y
desde mi derecha también recibí yo el concepto "simetría". El
intercambio de nociones tenía por objetivo integrar nuestra visión del
ejercicio en la obra del compañero o compañera, y, una vez más, a mí me tocó un
tercer concepto que no me fue difícil ajustar, pues partiendo de la idea de mi trabajo
y observando el plano negro que representa la estructura social, no fue muy
complejo asumir que la estructura social está compuesta por individuos particulares
que, sin embargo, convergen en un orden coherente, en el que la simetría compuesta
por los diferentes y diversos “yoes” existentes en las realidades colectivas
contribuye a la instauración y reproducción de ese orden, conformando así un
conjunto estructurado y homogéneo, que sin embargo es dinámico, variable y
transformador.
Espero haber conseguido trasladar
aquello que yo vi tan claro. Quizá en la siguiente foto puede entenderse esa idea
acerca de la convergencia “flujo+ psicológico+ simetría” desde el deseo
sociológico de contar mi propia visión sobre la dialéctica entre el individuo,
como un flujo psicológico creativo, y la sociedad como un conglomerado fijo en
permanente transformación: esto es, que si la estructura social es una composición
compacta de una multiplicidad simétrica de “flujos psicológicos” particulares y
diversos, el “yo individual” no es sino el resultado simétrico pero reflexivo de la suma de
sus muchas singularidades.
Fue un ejercicio fantástico. A mi me encantó verlo y me dio envidia, me hubira gustado participar ;-)
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